La Psiconeuroinmunología

La Psiconeuroinmunologia es una nueva disciplina científica, que se forma a partir de los años 80, apoyada en los descubrimientos de Ader y Cohen de las respuestas inmunitarias condicionadas y que postula la interacción bidireccional entre: el sistema nervioso centra, el sistema endocrino, el sistema inmune y la psique, para explicar la presencia de salud y enfermedad. La Psicoinmunología es el área de aplicación psicológica clínica de las evidencias experimentales obtenidas por la psiconeuroinmunologia.



EL SISTEMA INMUNE: UN SISTEMA SENSORIAL

























Pablo Canelones

En la actualidad se considera que el sistema inmunológico es un complejo organismo sensorial. La verificación de que los sistemas nervioso e inmunológico utilizan un lenguaje bioquímico común, es uno de los descubrimientos más notables de la biología moderna.  La comunicación entre ellos se efectúa, mediante un conjunto de péptidos, neurotransmisores peptídicos y citoquinas, producidos por ambos. Estos mediadores químicos se trasladan por vía física y humoral, para actuar sobre un repertorio común de receptores y verificar la comunicación bidireccional. Este complejo sistema de superinformación y regulación (1), ha llevado a considerar al sistema inmune, no sólo como un sistema de defensa del organismo, sino también como un sexto sentido. Dotado de gran sensibilidad y especificidad, para detectar y avisar al sistema nervioso de la presencia de: virus, hongos, bacterias, y células tumorales, que son imperceptibles para los sentidos clásicos. (2).

El sistema inmune integrado a los sistemas nervioso y endocrino, en comunicación permanente, representa una gestalt. Es un sistema integrado de gran complejidad (3), que funciona como un sexto sentido. Se encarga de informar al organismo con una codificación diferente a la forma como usualmente conocemos nuestro entorno. Por tratarse de realidades que se verifican dentro del organismo, no se pueden escuchar, ver, oler, saborear ni tocar. El sistema nervioso tiene la capacidad de decodificar el mensaje con exactitud y adicionalmente elaborar una respuesta con las cualidades requeridas para movilizar al organismo a responder al desafío defensivo (4). Puede ser una respuesta efectora: bioquímica o conductual. Un ejemplo ilustrativo de esta comunicación y de la respuesta efectora conductual es el sickness behavior, o síndrome del comportamiento de la enfermedad.

El sickness behavior, fue descrito inicialmente en animales enfermos y está caracterizado por: fiebre, anorexia o disminución del apetito y letargo. Este conjunto de comportamientos inhibitorios de actividades no esenciales para el reto inmune, son la respuesta conductual a la necesidad del sistema inmunológico de disponer de la mayor energía posible, para realizar el proceso defensivo. Esta comunicación está determinada por varias citoquinas secretadas por los leucocitos en su proceso de defensa, los cuales incluyen la interleuquina (IL-1B, IL-6) y factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Estas citoquinas secretadas por las células fagocíticas mononucleares, activadas en el proceso defensivo, llevan la información por vía humoral o nerviosa al cerebro, para propiciar una respuesta proporcional al desafío defensivo planteado (5).

En los humanos, el comportamiento de la enfermedad se manifiesta por: anorexia, fiebre, letargo, disminución de funciones cognitivas, reducción de actividades sociales y malestar subjetivo. Todos estos síntomas se pueden inducir en sujetos sanos con inyecciones periféricas y centrales de lipopolisacáridos (LPS), un inductor de citoquinas y recombinantes de citoquinas proinflamatorias, como la interleuquina-1 beta (IL-1B). Existen evidencias de que las distintas manifestaciones del comportamiento de la enfermedad son mediadas por diferentes citoquinas. También se ha comprobado que la importancia relativa de estas citoquinas, no son iguales en los comportamientos de citoquinas periféricas y centrales (6). Estas evidencias pueden indicar la especificidad de la comunicación bioquímica, que efectúa el sistema inmune con el sistema nervioso, que podría ser percibido por la conciencia de una manera diferente a la mediada por los sentidos tradicionales y puede inducir respuestas química y conductuales cuantitativamente diferentes.

El sickness behavior, podría explicar la insistencia de algunos pacientes, sin antecedentes de hipocondría, en ser examinados de alguna parte del cuerpo, por sensaciones somáticas subjetivas, difusas pero significativas. Pueden ser alteraciones que pasan inadvertidas en un examen físico de rutina, pero luego de procedimientos más especializados, se evidencia algún proceso incipiente, aún sin manifestaciones clínicas perceptibles. La presencia de cualquier agente patógeno es suficiente, para activar al sistema inmune para actuar e informar la índole de la alteración, la región afectada y estructurar la conducta de alarma, que le impulsa a solicitar asistencia médica. El síndrome del comportamiento de la enfermedad es característico de los procesos neoplásicos, que puede mantenerse en el curso de la enfermedad (7). Con frecuencia es la primera manifestación clínica de baja intensidad, de enfermedades sistémicas o localizadas y puede confundirse con la instauración de un cuadro depresivo.

Referencias:
  1. Ferencík, M., Novák, M., Rovenský, J. (1998) Relation and interactions between the immune and neuroendocrine systems. Bratisl Lek Listy, 99, 454-64.
  2. Blalock, J. (2005). The immune system as the sixth sense. J Intern Med, 257, 126-38.
  3. Dozmorov, I., Dresser, D. (2011). Immune System as a Sensory System.  Int J Biomed Sci, 6, 167-175.
  4. Blalock JE, Smith EM. (2007) Conceptual development of the immune system as a sixth sense. Brain Behav Immun. 21(1):23-33.
  5. Johnson, R. (2002). The concept of sickness behavior: a brief chronological account of four key discoveries.Vet Immunol Immunopathol, 87, 443-50.
  6. Dantzer R, Bluthé RM, Gheusi G, Cremona S, Layé S, Parnet P, Kelley KW. (1998) Molecular basis of sickness behavior. Ann N Y Acad Sci. 856:132-8.
  7. Myers JS, Pierce J, Pazdernik T. (2008) Neurotoxicology of chemotherapy in relation to cytokine release, the blood-brain barrier, and cognitive impairment. Oncol Nurs Forum. (6):916-20.   

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Pablo A Canelones Barrios