Por
respeto y solidaridad con los millones de personas que tienen cáncer en el
mundo, se debe mantener al margen de la discusión política a esta enfermedad
que todavía tiene un peso muy negativo en la representación social. Aunque se
han realizado esfuerzos colectivos para cambiar esa imagen, todavía quienes
trabajamos en psicoterapia individual con las personas con cáncer debemos
abordar la tarea inicial de descontaminar la visión del diagnóstico como: culpa,
castigo, o auto-castigo, daño inmerecido por vía divina o humana, maldición,
contagio, o producto del sufrimiento y sacrificio por la familia, instituciones
o metas. Todos estos atributos suponen cualidades muy lesivas para la
estabilidad psicofísica no solo de la persona a quien se le ha diagnosticado un
cáncer, sino también para sus familiares
y amigos, tal como ha sido reportado por la literatura científica especializada.
La
idea del cáncer ha estremecido a las personas desde los comienzos de la
humanidad, de la etapa pre-científica heredamos la relación mitológica entre el
cáncer y lo demoníaco, representado por el cangrejo, símbolo de la maldad, para
los griegos, de quien decían que Juno había enviado contra Hércules cuando el
héroe combatía con la hidra de Lerna. De estas ideas que llevamos en nuestro
inconsciente personal y colectivo deriva la idea del cáncer como algo impuesto
desde afuera por algo o alguien y así escuchamos que lo tenía merecido por su
comportamiento, acciones u omisiones y se califica de inmerecido o injusto cuando se le diagnostica a una persona a
quien se estima. De igual procedencia es el calificativo de “maligno” para
designar a los tumores y células cancerosas, así como la atribución de su
intencionalidad, y se dice que es más o menos agresivo dependiendo del tipo,
localización y diseminación.
Desde
el siglo pasado se han hecho esfuerzos conjuntos en la comunidad científica,
sociedades profesionales, instituciones educativas, asociaciones civiles,
políticas y medios de comunicación social para divulgar y socializar una visión
científica de esta enfermedad, y modificar su visión. De esta manera sabemos
que el cáncer es una enfermedad como cualquier otra que puede ser mortal o no,
dependiendo de multiplicidad de factores, entre otros, de la precocidad del
diagnóstico y de un conjunto de
variables sistémicas, psicológicas y sociales, que se postula la existencia de
una vulnerabilidad universal a padecerlo, que ni las tendencias teológicas
actuales consideran que pueda ser una castigo y mucho menos de un Dios que es
visto como amoroso y liberador. Que es producto de células atípicas que se
dividen en forma desordenada y desproporcionada pero sin intencionalidad
agresiva u homicida, que no se genera a consecuencia del sufrimiento o
sacrificio sostenido o por distrés, ya que hasta el momento no se ha logrado
producir un cáncer en animales de experimentación sometidos a altos niveles de
estrés, solo se ha observado el agravamiento de la condición preexistente o
aumento de metástasis al ser expuestos a estas contingencias ambientales. De la
misma manera no es posible la inducción o inoculación del cáncer en humanos ya
que eso supone la cualidad de contagio del cáncer y esta condición ha sido
negada por todas las tradiciones orales y escritas de la historia de la
humanidad y por las evidencias experimentales.
No
dejemos que la rabia, la tristeza o cualquier posición de orden político distorsionen
la visión descontaminada que deben tener las personas con cáncer y que
contribuyen a aumentar la calidad y cantidad de vida, tal como ha sido
suficientemente reportado por la literatura científica. Todos tenemos una
responsabilidad ética y humana ineludible en este sentido porque se trata del
bienestar de millones de personas en el mundo, dentro de los cuales puede haber
familiares nuestros. Pensemos en esa responsabilidad al hacer uso de las redes
sociales o en el ejercicio del liderazgo y pensemos en las personas de nuestra
familia, amistades conocidos o miembros de la gran familia humana que pueden
sentirse aludidos y reafirmar falsas creencias que le pueden dañar.
También le puede interesar en este blog:
1.-La psiconeuroinmunologia, un enfoque de la salud y enfermedad
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4.-Consulta psicológica y psicoterapeutica presencial y a distancia
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Atentamente
Pablo A Canelones Barrios