Pablo Canelones
Cuando enfrentamos problemas difíciles o muy
complejos, que ponen en peligro nuestro bienestar personal y rebasan nuestros
recursos individuales para dar alguna respuesta adecuada, el hecho de sentirnos
apoyados aumenta la confianza en sí mismo. La percepción subjetiva de sentirse
compenetrado con personas o grupos, genera una sensación de compañía y
solidaridad con las acciones que se emprendan. Las investigaciones han demostrado
que el sentirse vinculado, aún estando solos, disminuye el impacto negativo de
las situaciones críticas altamente estresantes y su efecto positivo se
manifiesta, no solo en el ámbito psicológico, sino también en el social y
biológico.
Las personas con quienes nos vinculamos ayudan a ampliar
los recursos personales. Especialmente cuando enfrentamos un problema novedoso
o complejo, no siempre disponemos de toda la información que requerimos o de
los instrumentos o metodología necesarios para resolverlo. De la misma forma
podemos requerir del soporte afectivo para enfrentar la movilización emocional
que el evento puede generar, como consecuencia de la frustración por el fracaso,
o la exaltación por un logro muy valorado. Una forma de ampliar los recursos
personales es mediante las relaciones sociales, organizadas en redes que se
encuentras constituidas por: los familiares, amigos íntimos, o redes sociales
institucionales.
Las investigaciones han logrado identificar tres
vías generales por donde se canaliza el flujo de intercambios objetivos y
subjetivos entre personas vinculadas, que técnicamente denominan apoyo social.
Los tres tipos de apoyos identificados son: a) afectivo: otorga soporte, contención
y confortación para gestionar adecuadamente las emociones, b) Información: aporta
contenidos y nuevas fuentes de referencia que facilitan la comprensión de sí
mismo y las situaciones afrontadas, c) Instrumental o material: facilita nuevos
medios materiales, instrumentos, y procedimientos que complementan los recursos
personales para hacer frente a las situaciones difíciles.
Aunque el proceso de apoyo se produce de una forma
natural, vale la pena fortalecer sistemáticamente la red de la siguiente
manera: 1) haga una lista de las personas que conoce, desde los familiares más
cercanos afectivamente hasta las amistades más lejanas 2) Coloque al lado de
cada nombre la letra que indique la frecuencia con la que se contactan, de la
siguiente forma: m) mucha frecuencia r) relativa frecuencia p) poca frecuencia
3) En tercer lugar, coloque al lado de cada nombre la letra que indica el tipo
de apoyo que da con más facilidad: a) afectivo i) información m) material o
instrumental. Con esta información construya tres listas en función del tipo de
apoyo y en orden de frecuencia de contactos.