La Psiconeuroinmunología

La Psiconeuroinmunologia es una nueva disciplina científica, que se forma a partir de los años 80, apoyada en los descubrimientos de Ader y Cohen de las respuestas inmunitarias condicionadas y que postula la interacción bidireccional entre: el sistema nervioso centra, el sistema endocrino, el sistema inmune y la psique, para explicar la presencia de salud y enfermedad. La Psicoinmunología es el área de aplicación psicológica clínica de las evidencias experimentales obtenidas por la psiconeuroinmunologia.



El APOYO SOCIAL, UNA CUALIDAD HUMANA Y UN RECURSO TÉCNICO























Pablo Canelones

No existe una definición universalmente aceptada de este concepto. Algunos autores proponen definiciones que reflejan tres niveles de análisis: comunitario, redes sociales y relaciones íntimas que se incluyen en el estudio del apoyo social. Otros ofrecen definiciones basadas en la existencia o cantidad de relaciones sociales. Entre estas relaciones las más estudiadas han sido el estado civil, la existencia y frecuencia de contacto con amigos y familiares, etc. Sin embargo solo la existencia de relaciones no implica la seguridad de apoyo. Por ello, otro tipo de definiciones enfatizan las funciones que cumple el apoyo social, y coinciden en considerar este concepto como un constructo multidimensional con distintas categorías, siendo las principales la provisión de apoyo emocional, material y de información. Todos estos aspectos forman parte de lo que se entiende por apoyo social, y todos ellos se deben incluir en las definiciones. Tal como lo hace Lin y col.(1986)(52) quien integrando todos estos aspectos, define este concepto como provisiones instrumentales y/o expresivas, reales o percibidas, aportadas por la comunidad, redes sociales y amigos íntimos.
Incluye cualquier actividad en donde se permita un espacio de tiempo para compartir con la familia, amigos, grupos religiosos, y/o cualquier persona o grupo que nos brinde  apoyo afectivo y/o material. La importancia de la manifestación de solidaridad y su efecto benéfico como expresión de salud para los participantes en esta actividad, ha sido señalada desde la antigüedad, en la Biblia leemos “... Pero aquel que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano padecer necesidad, y cierra contra él sus entrañas de conmiseración ¿ cómo podrá habitar el amor de Dios en él ?  Hijos míos, no amemos de palabra ni de la lengua, sino de obra y en verdad..”. ( 1 Juan 3:17,18). El apoyo social comporta un valor ético y político que queda expresado claramente en el libro de Gálatas “…Porque toda la Ley queda cumplida en un dicho a saber: “Tienes que  amar a tu prójimo como a ti mismo…” (Gal 5:14) 
La importancia del amor, en el descubrimiento del mundo que es mi mamá cuando somos niños y que se encuentra expresado en caricias, contactos piel a piel , palabras afectuosas, la calidez de su cuerpo, el sonido de su voz, sus arrullos y el ritmo de su corazón, que hablan de su presencia y delatan sus sentimientos ante mis pequeños gestos o un largo bostezo mientras me acunan sus brazos, fue enfatizado y  legitimado en el lenguaje de la ciencia con las investigaciones de Rene Spitz, (1969)(53) cuyos experimentos demostraron que el contacto afectivo en el primer año de vida es tan importante como la alimentación o los cuidados físicos, al punto que los niños expuestos a su carencia por razones institucionales murieron aún teniendo sus necesidades físicas adecuadamente cubiertas, estos trabajos demostraron que no solo se muere por injurias al cuerpo, sino que como dice el saber popular también se puede “morir de tristeza” a consecuencia del desamor, o de morriña, como llaman los emigrantes gallegos a la muerte que sobreviene por una profunda nostalgia por la tierra y los amigos perdidos.
La verdadera muerte es el olvido, cuando desaparecemos de la memoria de las personas que nos aman, o con quienes compartimos. En la niñez, cuando mamá que es nuestra fuente de nutrición, nuestro mundo afectivo, nuestra patria, nuestra seguridad, nos separa de su regazo física o emocionalmente en forma definitiva, o en la adultez cuando perdemos la confianza en el amor de nuestros otros significativos, cuando somos excluidos del vínculo afectivo, morimos, aunque preservemos nuestra corporeidad. La locura es una manifestación de la muerte a la que me estoy refiriendo, en este sentido Erich Fromm, desde el psicoanálisis culturalista y Giovani Jervis desde la psiquiatría crítica coinciden en afirmar que  una de las necesidades más profundas de la persona es la necesidad de superar su separatidad  y el fracaso real de lograr ese objetivo nos conduce a la locura Fromm E . (1980)(46).  Jervis coloca la génesis  de las psicosis,  los delirios y las alucinaciones en este sentimiento devastador de desvinculación. Jervis G (1977)(54).
La visión cartesiana de mente-cuerpo como entidades separadas y el énfasis que se ha colocado al cuerpo en la investigación médica y la difusión e internalización de este conocimiento como verdad hegemónica para la mayoría de las personas ha hecho que nuestra vida cotidiana esté guiada en sus pautas por la realidad corporal, lo físico, el “ver para creer “ se impone como  un aserto que conduce por la vía regia al conocimiento, hasta el punto que las necesidades de nuestros hijos y de nuestro prójimo que legitimamos, son las necesidades físicas, y cuando nos ocupamos de alguna manifestación afectiva la materializamos supliendo su necesidad de gratificación mediante algunas drogas que: estimulen, depriman o estabilicen nuestros matices afectivos, de acuerdo al antagonista de lo que expresemos. El uso abusivo de los psicofármacos, nos mantiene en un estado de negación permanente de nuestra emocionalidad. 
El amor, que quedó desterrado del campo de la medicina, desde los tiempos de Claude Bernald, es descubierto ahora como fuerza terapéutica equiparable a cualquier otro recurso técnico, el Dr. Dean Ornish, cirujano cardiovascular quien publicó amar y sobrevivir (1999)(31) un libro dedicado al amor como elemento esencial para la estabilidad y el desarrollo humano, lo afirma de este modo “…Nuestra supervivencia depende del poder curativo del amor, la intimidad y las relaciones. En el plano físico. En el emocional. En el espiritual. Como personas. Como comunidades. Como país. Como cultura. Tal vez incluso como especie…” Ornish.(1999)(31) igualmente Bernard Siegel, pediatra y cirujano, norteamericano, quien publicó un libro llamado “amor medicina milagrosa”, en el que afirma: ...” Estimo que toda enfermedad guarda, en última instancia, relación con una falta de amor, o con un amor solamente condicional, pues la debilitación y la depresión del sistema inmunológico así producidas conducen a la vulnerabilidad física. Y estimo además que toda curación está relacionada con la aptitud para dar y aceptar amor incondicional”... Siegel,B. (1995) (55)
Ya es clásica la investigación realizada por Spiegel y col (1989)(5) en la cual hicieron seguimiento de 89 mujeres con cáncer metastásico de mama, dividido en dos grupos, uno de ellos asistió semanalmente a un grupo de apoyo psicoscial, y la supervivencia de este grupo mostró diferencia significativa con relación al que no recibió el apoyo psicosocial.  El Dr. Spegel  ha reportado la efectividad que los grupos de apoyo psicosocial tienen en personas con cáncer, estos grupos no son más que espacios humanos, de encuentro para la expresión de emociones, fantasías, miedos, recuerdos y aspiraciones, que tienen resonancia intelectual, afectiva, conductual, en los otros, quienes se enriquecen con sus experiencias. Este tipo de actividad ha tenido influencia positiva que se manifiesta por la calidad y la cantidad de supervivencia a la enfermedad de riesgo, lo que pone de manifiesto que la rehumanización del hombre generada en el contacto con otros, y en la expresión de su mundo interno en un ambiente de afectividad y aceptación  constituye una de las vías de salvación de la humanidad.  
Como dice De Viana “…la naturaleza humana no es algo dado de una vez por todas, sino el producto de una serie de realizaciones y esfuerzos personales, de tal manera que encontrase como persona es el primer paso para el logro de relaciones interpersonales significativas…” Viana.M. (1993)(33) y luego parece existir una sobreactuación circular entre el descubrimiento y construcción de su propia naturaleza y el contacto con el otro que lo apoya en el proceso y lo madura para el intercambio, como lo ilustra el poeta ...” Creo en la amistad como el invento más bello del hombre…”,” ...”Y en fin creo en mí mismo, puesto que sé que hay alguien que me ama…”  Nazoa A. (1978)(56)
Esta idea ha inspirado la creación de los llamados grupos de apoyo o autoayuda. Estos grupos de apoyo o ayuda mutua es la versión formal y tecnológica de lo que ocurre todos los días en las puertas de las casas de la mayoría de los pueblos de Venezuela, allí las familias se reúnen para intercambiar sueños, esperanzas, recuerdos,  recrear viejas historias y celebrar en la cotidianidad, en un ámbito comunitario, en donde lo afectivo vivifica el encuentro cada día. 
 Cuando decimos que el hombre es un ser social pensamos  que está inmerso en una trama compleja de relaciones sociales, contractuales y afectivas pero no las pensamos fuera de las personas sino formando parte indisoluble de su psique, su cuerpo, cultura, es decir que forma parte de la totalidad personal, en consecuencia una persona excluida es un ser mutilado del apoyo del otro y del amor, energía básica para la supervivencia “…Los autores bíblicos consideraban el "ser apartados como el último desastre, origen de pesares, o de castigo que podía sobrevenir. Así por ejemplo, en la historia de Job…” “...difícilmente separaban el sufrimiento psicológico del físico, la pérdida de hijos o propiedades y las llagas del cuerpo de Job. No distinguían con claridad entre la separación, el alejamiento y la aflicción física grave…” ( Bakan D. 1979)(57) En consecuencia el individualismo apoyado en la competencia, con la exaltación desmedida del ego no es un privilegio sino un castigo porque está cimentado en la más profunda soledad.

REFERENCIAS

(5).Spiegel,D,Bloom,J;Kraemer,H,& Gootheil,E (1989).The beneficial effects of  psychosocial treatment on survival of metastatic breast cancer patients: A  randdomized propspective outcome study. Lancet, 2,888-891
(31).Ornish. D. (1999) Amar y sobrevivir. Edit. Vergara Vitae, Buenos Aires, Argentina.  
(33).Viana, M; Desiato, M; Diego,L. (1993) El hombre retos, dimensiones y trascendencia. UCAB. Centro de Estudios Religiosos, Caracas, Venezuela.
(52).Lin,N. y Ensel,W.M.(1984),Depression mobility and its social ecology: The role of  life events and social supports
(53).Spitz, R. (1969) El primer año de vida. Edit. Fondo de Cultura Económica, Méxiso DF.
(54).Jervis, G.(1977) Manual crítico de Psiquiatría. Edit. Anagrama, Barcelona, España. Journal of Health and Social Behavior, 25, 2,    176-188.
(55).Siegel, D.S.(1995) Cómo vivir día a día, Edit. Urano, Barcelona, España.
(56).Nazoa, A. (1978) Vida privada de las muñecas de trapo. Ministerio de Información y Turismo, Caracas, Venezuela.
(57).Bakan D. (1979) "Enfermedad, dolor y sacrificio ". Hacia una psicología del sufrimiento. Edit. FCE. México, DF.


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Pablo A Canelones Barrios