Pablo Canelones
La sexualidad es una de las
expresiones de la salud humana, que ha sido más incomprendida, negada o
castigada. Inicialmente los griegos la consideraron con una visión permisiva,
como una actividad placentera para el disfrute, al igual que la comida y
bebida. Los romanos relacionaron lo sexual con la decencia, hasta el punto que
las patologías genitales las llamaban morbus indecens. La Edad Media se
caracterizó por una represión sexual institucionalizada. El cinturón de
castidad femenino y otros artificios metálicos usados para impedir las prácticas
masturbatorias, son expresiones de la mentalidad de ese momento histórico, que
generó una visión de la sexualidad como tentación al pecado. En el siglo XIX,
La Época Victoriana se caracterizó por la profundización de la represión de la
sexualidad. La función sexual lícita, desde el punto de vista ético y jurídico
era la reproductiva. La actividad erótica por placer, la masturbación y la
homosexualidad eran: pecados, delitos o fuentes de enfermedades psiquiátricas,
que debían ser institucionalizadas para corregirlas, en sanatorios o cárceles.
Desde finales del siglo XIX,
empezó a cambiar la visión de la sexualidad. Con la obra de Sigmund Freud, y
sus aportes sobre el desarrollo psicosexual, desde la infancia. Los siete
volúmenes publicados por Havelock Ellis, sobre la psicología de la sexualidad
humana, abordaron con una visión sistemática y científica: la masturbación, el
placer sexual de hombre y mujer, la homosexualidad y bisexualidad como
cualidades humanas. Los aportes de Margaret Sanger en Estados Unidos y Marie
Stopes en Inglaterra sobre el derecho de la mujer a tener relaciones sexuales
con métodos anticonceptivos, establecieron una separación entre sexualidad y
reproducción. Las evidencias aportadas
por el informe Kinsey basado en una muestra de más de 5000 hombres y mujeres, sirvió
para superar muchos mitos sobre: el placer sexual, la homosexualidad, la masturbación,
masculina y femenina, la edad de inicio de la experiencia del placer sexual,
entre otros.
En el siglo XXI ha cristalizado
una visión diferente de la sexualidad como expresión de salud, sin embargo
todavía persisten creencias y valores muy arraigados que generan actitudes
negativas hacia personas que realizan algunas prácticas sexuales, que son
consideradas inaceptables desde el punto de vista personal, por razones éticas,
religiosas o culturales. Con el fin de sensibilizar a la población mundial sobre
las nuevas perspectivas de la sexualidad basadas en evidencias experimentales y
construcciones teóricas explicativas, las asociaciones profesionales del área
de la sexualidad, han unido esfuerzos para el logro de esta meta.
La Asociación Mundial para la
Salud Sexual, Word Association for Sexual Health (WAS) Es una institución
internacional multidisciplinaria que incluye a miembros de la comunidad
científica e instituciones no gubernamentales. Relacionadas con la
investigación, asistencia, protección, divulgación y disfrute de las diversas expresiones
de la sexualidad humana en todas las etapas de la vida. Su acción se dirige a todos
los países del mundo, con el fin de apoyar programas e iniciativas dirigidas al
desarrollo humano para el disfrute de la salud sexual.
La Asociación Mundial para la
Salud Sexual, ha adelantado dos acciones centrales de alcance internacional, la
primera es la elaboración y difusión de los derechos sexuales, fundamentados en
los Derechos Humanos. Esta iniciativa fue elaborada con el aporte de las personas
y organizaciones con equipo multidisciplinario y proclamada oficialmente en
España en 1997, en el marco del 13 Congreso Mundial de Sexología. A partir de
esta fecha se recibieron nuevos aportes y en 1999 se aprobó una primera
revisión por la Asamblea General de la Asociación Mundial para la Salud Sexual
en Hong Kong. Posteriormente en el año 2008 fue reafirmada dentro de un
documento publicado por la Asociación, denominado “Salud Sexual para el Milenio”,
La última revisión ha sido aprobada por el Consejo Consultivo de (WAS) en el
año 2014.
La segunda iniciativa, es la celebración
el 4 de septiembre de cada año del Día Mundial de la Salud Sexual, que se
realizó por primera vez en el 2010. Cada año se realizan un conjunto de
actividades que se resumen en un lema. En el 2010 el lema fue “hablemos de eso”,
en tal sentido se organizaron encuentros de discusión y formación sobre la
sexualidad como expresión de salud. En este año 2015 el lema es “Salud sexual
para una sociedad más justa” con el fin de profundizar en la divulgación de los
derechos sexuales de las personas.
Los derechos sexuales se han
enunciado en 16 puntos fundamentales que van desde el “derecho a la igualdad y
a la no-discriminación” hasta “el derecho al acceso a la justicia y a la
retribución y la indemnización”. Mayor información sobre la declaración de los
derechos sexuales en este enlace para ver pinche aquí
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