La Psiconeuroinmunología

La Psiconeuroinmunologia es una nueva disciplina científica, que se forma a partir de los años 80, apoyada en los descubrimientos de Ader y Cohen de las respuestas inmunitarias condicionadas y que postula la interacción bidireccional entre: el sistema nervioso centra, el sistema endocrino, el sistema inmune y la psique, para explicar la presencia de salud y enfermedad. La Psicoinmunología es el área de aplicación psicológica clínica de las evidencias experimentales obtenidas por la psiconeuroinmunologia.



MOVIMIENTO CORPORAL UNA DE LAS EXPRESIONES DE LA SALUD





Tenemos un camino por recorrer en el sentido de construir un discurso sustantivo de salud que podría iniciarse con el rescate de sus expresiones. Una de ellas es el movimiento: una expresión y punto de encuentro de las diversas dimensiones humanas.

Pablo A. Canelones Barrios *


E
l movimiento corporal es una cualidad humana y expresión de salud. Se encuentra ligado a la íntima comunión con nuestro cuerpo y a la profundización de sus posibilidades expresivas mediante la acción libre, creativa, auto y alotransformadora en intercambio con el mundo físico y social.
Mediante la masa muscular acompañada de la percepción compleja de nuestra corporalidad, la expresión motora es biopsicosociomotríz, entendiendo que, en cada movimiento, hay: memoria, cultura, sentimientos, ideas y relaciones sociales.
En el  movimiento se expresa la vitalidad, que es expresión de vida, mediante la actividad, el gesto de la cara o de las manos, que comunican emociones; o, la marcha, que denota una intención al igual que el cultivo de una habilidad motora particular que se manifiesta por la gracia o destreza en ejecutarla y que sirve de adorno al sujeto (bailar, montar a caballo, hacer gimnasia).
El intercambio amoroso y humorístico se expresa a través de los mimos y de la risa con las pantomimas, otras de las diversas expresiones del movimiento.
Desde las tradiciones más antiguas, se ha asociado el movimiento con la vida como una cualidad intrínseca a ésta. Así, en la Biblia (Génesis 1:2), se encuentra una referencia directa al movimiento como poder creativo: “Ahora bien la tierra resultó sin forma y desierta y había oscuridad sobre la superficie de la profundidad acuosa; y la fuerza activa de Dios estaba moviéndose de un lado a otro sobre la superficie de las aguas...”.
El movimiento es una cualidad humana que representa vitalidad. Puede ser interno como, por ejemplo, el metabolismo, la digestión, la circulación; pero, sobre todo, es un proceso aloplástico, transformador, relacionado con la metáfora del poder. Cuando no se aprecia el movimiento en una persona se dice: está muerto en vida, ya que se presume la vida por el movimiento interno, pero se evidencia la muerte por la quietud, la inmovilidad externa. La desmovilización de las tropas tiene implícita la idea de la pérdida del poder, al igual que quien es sometido, detenido, es despojado de su libertad de movimientos.
En este mismo sentido dice Pacheco (1996): ”el uso del cuerpo como expresión de la salud, lo apreciamos en el conocimiento y la valoración colectiva que de él se tenga, lo que a su vez se manifiesta en la manera como cada persona gestiona, esto es, se apropia de su cuerpo, a través, por ejemplo, del aseo, el ejercicio y el deporte, el conocimiento y cuidado de su anatomía y funcionamiento y la significación estética no enajenada que se le asigna como espacio para la identidad”. En consecuencia, el movimiento, no solo tiene repercusión a nivel del cuerpo, sino también a nivel emocional, social e intelectual; pero no como influencia de uno sobre otro, sino como una unidad compleja de relaciones inseparables. ”El ejercicio físico moderado al aire libre (marcha, paseo, deporte, etc) parece irrigar el cerebro a la par del resto del cuerpo, y favorecer así el ciclo de intercambios que regulan el mecanismo intelectual” (Veraldi, G. B. 1974).
El hombre se diferencia del animal por la multiplicidad de movimientos que es capaz de hacer, por la ausencia de estereotipias instintivas. Esto quiere decir que, el hombre es capaz de realizar cualquier tipo de movimiento con su cuerpo que no se encuentran delineados, sólo biológicamente, sino que son producto de su cultura; incluso, hay gestos, posturas, movimientos diferentes en cada generación dependiendo de su adecuación a los desarrollos culturales y sociales.
El movimiento es, además, una necesidad básica del ser humano que comparte con otros seres vivos. En condiciones experimentales, se ha logrado producir úlceras gástricas en animales de experimentación sometidos a condiciones que le impiden la movilidad.
El movimiento está relacionado con la emoción. En algunas culturas, la expresión de ciertas emociones ligadas a la agitación de las pasiones, es prohibida; por lo  tanto, reprimido el movimiento para que no aflore y ocultar la emoción, el sentimiento genuino, o la gesticulación que la denota. Mediante el movimiento se expresan las emociones, que no es más que agitar las pasiones y moverlas hacia fuera: cuando nos conmovemos nos movemos hacia la comprensión, y ello significa ponernos en sintonía afectiva con el otro.
Una forma de expresión del movimiento es mediante el ejercicio que se define como cualquier actividad psicofísica que ponga en movimiento el cuerpo a consecuencia del cual se produce un aumento de la frecuencia cardiaca y respiración profunda. Incluye el tiempo que pase la mente concentrada en actividades físicas por la íntima relación psicofísica que actúa bidireccionalmente. Así, se ha demostrado que la visualización de ejercicios y metas deportivas en el entrenamiento de atletas de alta competencia, aumenta en forma significativa su rendimiento y desempeño en el campo. Incluso, si una persona debe estar en cama, le ayudará moverse en ella hasta donde la comodidad se lo permita. Hay estudios que revelan diferencias importantes en los promedios de tiempo de recuperación entre personas hospitalizadas completamente inactivas y aquellas que desarrollan aunque sea pequeños tramos de actividad física poco exigentes durante su permanencia en el hospital.
El ejercicio ha sido una de las manifestaciones del ser humano más estudiadas y relacionadas con variables de orden biomédico, por la facilidad de su cuantificación en términos físicos, tales como tiempo para su ejecución, velocidad, distancia, etc. No obstante, la metáfora que se encuentra inmersa en la ejecución del ejercicio, es la apropiación y disfrute de nuestro propio cuerpo, es la reapropiación significativa de cada una de nuestras posibilidades de movimiento de coordinación de nuestras ideas con la manifestación corporal de ellas en forma conciente, de la valoración de cada una de las partes de nuestra realidad corporal y el simbolismo que encierra cada una de esas partes, cada uno de esos movimientos o posturas, quietud.
Hay suficientes evidencias como para admitir que el ejercicio tiene efectos positivos sobre la disminución o desaparición de enfermedades que actúan como impedimentos para que la salud se exprese (Berlin y Colditz, 1990; Biddle y Armstrong, 1992; Blair, Kohl, Gordon et al., 1992; Buchner, Bereford, Larson et al, 1992; Camacho, Roberts, Lazarus et al; 1991; Wagner, Lacroix, Buchener et al, 1992.
El ejercicio debe movilizar y facilitar la expresión de la energía, la fuerza y la vitalidad, y no eliminarlas. No son compatibles los beneficios físicos y la tensión emocional. Poner el cuerpo en movimiento, debe ser una actividad placentera que propicie la expresión global biopsicosociomotríz en armonía grata. No debe convertirse en una tarea persecutoria y retadora fuente de estrés y frustración, en consecuencia, la gimnasia no debe ser extenuante para que resulte eficaz.
En general, hay que efectuar ejercicio mientras produzca placer, ya que lo que se quiere, no es quedarse sin energía, sino producir más; por eso se debe evitar el agotamiento displacentero que impide sentirse pleno de energías.
La asociación entre ejercicio y estrés por abuso del cuerpo es lo que se ha asociado con la baja expectativa de vida de los atletas de alta competencia, comparados con la población general. Con la continuidad en la ejecución del movimiento, el estado mejorará y la capacidad aumentará, de modo que el dintel de esa sensación de placer, también será mayor. Durante la ejecución de cualquier ejercicio, se debe estar en contacto con la identidad global, prestando atención a los pensamientos, emociones, respiración y transpiración, como indicadores del beneficio del ejercicio.
Pero, el movimiento, puede estar expropiado o mediatizado por las influencias insaciables de lucro del mercado que, hace que el movimiento, sólo se puede realizar con cierto tipo de ropa o calzado de alta tecnología y costo, y en lugares dotados de aparatos sofisticados para la realización de ejercicios gimnásticos o aeróbicos, que requiere ciertas condiciones físicas y materiales para realizarlos.
No obstante, la expresión de la salud mediante el movimiento, requiere solamente de dos condiciones básicas: un cuerpo y un espacio vital público o privado donde se pueda dar rienda suelta a la expresión corporal, ni siquiera se requiere tener ropa adecuada. La gimnasia, de acuerdo a la etimología de la palabra, significa hacer ejercicios físicos, adiestrarse desnudo, pues deriva del griego gymnos que quiere decir desnudo. De tal manera que, el movimiento en cualquiera de sus manifestaciones, es absolutamente gratis: nos pertenece. Pueden venderse máquinas, ropas y calzados diseñados especialmente para ejercitarse; pero no el movimiento, pues se encuentra integumentado en nuestra personalidad.
Decía Wilhelm Reich: ”nuestra mente no puede sentirse unida al universo mientras no haya aprendido a habitar el cuerpo, a disfrutar sin ambigüedades las sensaciones corporales”. De allí que un plan de promoción de la salud, debe hacer un esfuerzo colectivo por el rescate y defensa de los espacios públicos para el movimiento significativo (Pigem, J. 1994), para el ejercicio del poder personal y la libertad.

Referencias

Berlin,J.A. y Colditz,G.A.(1990), A meta-analysis of physical activity in the  prevention of coronary heart disease, American Journal of epidemiology, 132,    612-628.
Biddle, S. y Armstrong,N. (1992). Children's physical activity: An exploratory study of psychological correlates. Social Science and Medicine, 34, 325-331. Blair,S.N; Kohl,H.W; Gordon,N.F. y Paffenbarger,R.S. (1992)How much physical activity is good for health?, Annual Review of Public Health, 13, 99-126 Buchner,D.M.; Bereford,S.A.A.; Larson,E.B.;Lacroix, A.Z. y Wagner,E.H.(1992) Effects of physical activity on health status in older adults II: Intervention Studies. Annual Review of Public Health, 13,469-488.
Camacho, T.C. ;Roberts,R.E. ; Lazarus, N.B. ;Kaplan, G.A. y Cohen,R.D.(1991). Psysical  activity and depression: Evidence from the Alameda Country Study, American    Journal of Epidemiology, 134, 220-231.
Pacheco, E. (1996) Desde la interpretación médica de la salud-enfermedad hacia una teoría de la salud como proceso humano social. En: Cuadernos de Postgrado Nro.12 Fondo editorial Tropycos CEAP Caracas, Venezuela.
Veraldi,G; Veraldi,B: (1974) Psicología de la creación. Edit.Mensajero, Bilbao, España.
Wagner,E.H.; Lacroix,A.Z.; Buchener,D.M. y Larson,E.B.(1992). Effects of physical activity on health status in order adults I: Observational studies. Annual Review of Public Health, 13,451-468.




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Pablo A Canelones Barrios